Se trata de la rehabilitación de una bodega protegida datada en el siglo XVIII para su mantenimiento y conservación integrándola en un pequeño hotel rural con restaurante. Para la protección de la bodega se ejecutó una pantalla de pilotes perimetral que la mantiene encapsulada sin alterar sus características ni morfológicas ni ambientales en contraste con el hotel y centro de eventos moderno y actual que la rodea.